Para chulo, chulo…

11 Abr

Hacía más de un mes que no sabía nada de R. ni ganas. Él había dejado de salir por los mismos sitios. Cosa muy madura para su edad. Y en vista de que, iba a evitarme al máximo posible pues se lo puse extremadamente fácil. No news!

Recientemente me llegó un email en el que se me informaba de que se iba dar un curso o unas conferencias que me interesaban. Me dispuse a leerlo cuando veo quien es uno de los ponentes: R. Mi primer pensamiento de rabia pura. El segundo: ¿no me quiere ver? pues se va a joder, con perdón. Así que envié mi inscripción y casi casi me quedo fuera del grupo porque en unas horas se habían agotado las plazas. Me estuve rebanando los sesos pensando si estaba actuando bien o lo mejor era pasar del tema, pero ¿qué coño? (otra vez perdón) En el amor y en la guerra todo vale, ¿no?

Se acercó el día del dichoso curso y escogí la ropa cuidadosamente. Americana negra, camisa granate, falda con abalorios también en los mismos tonos y mis zapatos de tacón. Me maquillé, ni mucho ni poco, lo justo para destacar sin parecer que iba a una fiesta, y me alisé el pelo. Todo esto no me iba a dar toda la seguridad que necesitaba pero ayudaba bastante. Antes de salir de casa me miré al espejo y pensé: ¿A dónde vas tú, payasa? si ni te va a mirar! (a veces, soy muy dura conmigo misma). Y me contesté: pues ya que no puedo hacer otra cosa, a molestar un rato, que eso se me da genial! Me guiñé un ojo a mí misma y ale! a la calle.

Llegué al curso super nerviosa y mi amiga M. estaba a mi lado sentada. R. aún no había llegado. Estaba muy incómoda y nerviosa, todo a la vez. ¿Cómo reaccionaría después de un mes sin vernos? Estaba convencida de que haría como si no me conociera porque su reacción última fue así y además, el ambiente no se prestaba para muchas conversaciones, pero la intención era molestar e intentar percibir en sus ojos el más mínimo atisbo de lo que sea. Y llegó el susodicho, con su traje de corbata y oh no! ¿con sus gafas? iuuu, no me gusta nada con gafas…pero bueno se le quitan y listo. Desde abajo no tenía tanta pinta de capullo, la verdad. Hasta parecía una persona seria. Intentaba centrarme en el ponente que estaba hablando pero, ¿a quién voy a engañar? mi misión ahí era otra. Me pareció que me miraba, o quizás era mi imaginación. Ya habíamos hablado de esta situación el último día que estuvimos juntos. Bromeé a cerca de ir a sus cursos, que me daba «cosilla» que fuera mi profe y él me dijo que iba a dar varios cursos que si quería ir… Yo le dije que si iba le haría preguntas que no me iba a cortar y él me dijo que a lo mejor me las hacía él, que estaba más acostumbrado. Y yo, que a veces estoy muy avispada, le contesté: – ¿a qué estás acostumbrado? ¿a tirarte a tus alumnas? Se quedó en shock. Sonrió de lado y me contestó: – no, Mel, cómo eres! estoy más acostumbrado a hablar en público. Capullo integral.

Llegó su parte de la ponencia, y ahí toda mi atención. Me empecé a poner mucho más nerviosa, como si estuviera hablando yo! Él estaba nervioso o eso me pareció percibir. Comenzó diciendo que había reconocido caras conocidas de compañeros, amigos…Mi amiga M me miró y se rió. Sí, me había visto definitivamente. Pero se le olvidó decir que había visto también a chicas a las que les dice de ir a cenar y desaparece sin dejar rastro. Capullo integral. En la ponencia mientras hablaba ya se le fueron bajando los coloretes del principio aunque sus orejillas seguían igual de coloradotas.  Le costó arrancar, sí, le puse nervioso que era lo que quería. Pero después ya se sintió más seguro y ya no se cortaba, me miraba mientras hablaba. O eso creo. Por un momento pensé que miraba al señor que tenía yo delante. Terminó su parte y con ella se puso fin al curso. Super interesante el curso. Y no hice preguntas! Se me pasaron por la mente tantas preguntas para hacerle… por ejemplo: – ¿qué opina de los capullos que desaparecen sin dejar rastro? o bien – ¿y su madre qué tal, bien? Creo que un simple: ¿puede repetir lo que acaba de explicar? hubiese estado bien, más que nada porque sé que solo ver mi mano levantada le daría miedo y era mi intención. Pero no, no pregunté. Y eso que una amiga, Y. me dijo pregúntale algo sobre la chica con la que lo viste y súbelo a Youtube. Ummmm. Todas estas ideas en la mente suenan bien. Pero no, no lo hice. Ya se levanta todo el mundo y con ellos yo. Y la gente le iba a saludar, en fin, momento «lameculos» total que dan ganas de vomitar. E intenté pasar de manera que me viera pero lo suficiente rápido para que no fuera una situación incómoda. Y quedaba perfecto, porque estaba hablando con un señor que le tapaba parte de visión. Y oh no! escucho: – perdona, voy a saludar a una chica que a ti ya te tengo muy visto. Momento trágame tierra. Me quedo paralizada y la sala me da vueltas. No ha salido tan bien… Pero ante todo soy una buena actriz de telenovela y sonrío como los pingüinos de Madagascar: sonreíd y saludad chicos! Mastico mi odio y sonrío. Ojo a la conversación:

– Hola Mel! qué tal?

-Hola R. Bien, y tú?

-No esperaba verte por aquí, ¿no decías que no ibas a venir a mis cursos que de esto ya controlabas?

Y ahí me quise morir. Por favor, que alguien me mate ya!

-Esta parte me interesa bastante, la verdad.

– Pensé que ibas a levantar la mano para hacerme preguntas…(sonrisa amplia)

-Bueno, no te creas, me he quedado con bastantes dudas (sonrisa pícara)

-Sí?

-Bueno, nos vemos después

Y aprovechando que alguien le hablaba desde atrás me voy pitando. Me escapé. Primer asalto superado ¿Será capullo? Que si le iba a hacer preguntas!!! Capullo integral.

Me voy con mis amigos a beber algo y a tomar los pinchitos que están sirviendo. Es lo bueno que tienen estos cursos, cena gratis. ¿Cómo me lo iba a perder? Y otra vez lo tengo situado al ladito hablando y «lamiendo culos» a señores. Y claro, mi amiga M. flipando. Aunque ya me lo había dicho: – Mel, este tío vuelve a intentarlo fijo. Y yo no quería creerlo porque pensaba que estaba más que claro que después de cómo se portó la historia estaba muertísima. Y ahí lo tenía, mirando de vez en cuando. Llegó el momento de marcharnos porque pasaba de quedarme casi de últimos para que parezca que quiero hablar con él. Y por educación le digo de lejos:- Hasta luego R. Y se acerca y me da dos besos y me dice: – Gracias por venir. Por cierto, ¿cuando te resuelvo las dudas? Mel en shock. Parálisis total. Y me sale inmediato: – Cuando quieras (sonrisa irónica). Supongo que tiene que descifrar si es ironía o no. Creo que salí bien del paso. ¿Que cuándo me resuelve las dudas? Pero, ¿será capullo? ¿Qué pretende? Está claro que le pica y se rasca. Así que, no tengo muy claro si conseguí mi objetivo, porque lo de molestar no lo conseguí. En cambio, él de golpe, hizo como si no hubiera ocurrido nada malo entre nosotros aprovechando que yo no podía ser maleducada en ese ambiente. ¿Por qué actúa así? ¿y tan explícito? ¿cual es su intención? Está claro que la mía era molestarlo y él se debió de decir a sí mismo: ya verá esta como se va a incomodar más. Solo puedo decir: Capullo integral

mel firma

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